Descripción:
En esta ‘autoconciencia de lo concreto’ que es la presente serie Inteligencia hispana, avistamos en su tercer volumen EL GRAN SIGLO DE ABDERRAMÁN III, cuya acción determina todo el siglo X. Es la época de la plenitud de la civilización de al-Ándalus, tan poderosa que dominó durante siglos la historia hispana en sus aspectos materiales fundamentales, los saberes sencillos de la agricultura, de la artesanía, de la farmacia, del comercio, de los impuestos, del folclore, del gobierno. El legado andalusí en este sentido es tan amplio como la abundante etimología árabe de tantas palabras de nuestra lengua.

Sin embargo, la contradicción anidaba en el corazón mismo del poder califal. Su evolución religiosa, cada vez más dominada por el clero malikita estricto, chocó con la creciente exposición a las corrientes que venían del Magreb, inspiradas en formas islámicas chiitas o heterodoxas. Esta contradicción se reflejó en la administración califal y en el ejército. Al final, las tensiones entre la autopercepción andalusí de la mayor parte de la población y la masiva influencia bereber llevaron al caos que destruyó la obra de Abderramán.

Ese fue el tiempo en el que los poderes cristianos del norte emergerán renovados de su profunda crisis. Con la obra de Sancho III, rey de Pamplona, y Fernando I, rey de León y Castilla, alcanzarán una hegemonía peninsular indiscutible. Lo decisivo para la historia hispana, sin embargo, será la europeización que impulsarán estos reyes, iniciando los pactos con Cluny y con las aristocracias de Borgoña. La diferencia fundamental para el futuro será que mientras que la europeización será conformadora de los poderes hispánicos, la creciente africanización dislocará la evolución de alÁndalus. Esa asimetría marcará el destino de Hispania durante siglos, como veremos en el volumen cuarto de esta serie.