Descripción:
En el marco de las Misiones Jesuíticas del Guairá, próximas a las cataratas del Iguazú, y a mediados del siglo XVIII, la dura vida de los sacerdotes misioneros se ve interrumpida por un hecho sorprendente. El capellán de San Ignacio acaba de morir y ha dejado unos manuscritos, tan bellos como inquietantes, que hablan de un lugar pleno de rarezas, un escenario de encantos y delicias descubierto por él en las cercanías de la Misión. Sus ojos se han maravillado al contemplar aquel paisaje de ensueño, habitado por criaturas fantásticas, aves extrañas y plantas de propiedades milagrosas. Todo parece indicar que es un sitio de rasgos paradisíacos. ¿No podría tratarse, acaso, del mismísimo Paraíso Terrenal del que hablan las Escrituras? Durante siglos el hombre ha vivido obsesionado por hallar la tierra de Adán y Eva. Muchos estudiosos han sostenido que no se trata de una simple alegoría bíblica, sino de un sitio real, existente en alguna remota y desconocida región del planeta. ¿No estarán los jardines edénicos, tal vez, ocultos entre la espesura de las selvas misioneras?

Tales noticias despiertan entre los religiosos al mismo tiempo fervor e incredulidad. Y es entonces que se da comienzo a una búsqueda imperiosa en la que no faltarán discusiones, intrigas y recelos. También el testimonio de los sabios doctores de la Antigüedad y hasta la erudita opinión de un teólogo enviado especialmente por Roma para estudiar la cuestión.

La tierras exuberantes es una novela histórica escrita con un lenguaje de enorme riqueza. Miguel Betanzos ha tejido una trama abierta en múltiples caminos que se dispersan y vuelven a unirse para conformar una historia apasionante, tan fértil como las tierras que describe y tan misteriosa como los borrosos límites entre lo natural y lo sobrenatural.