Descripción:
El Ilustre Colegio de Abogados de Alcalá de Henares, fue fundado el 19 de abril de 1850 por un grupo de letrados complutenses recogiendo la tradición jurista del Colegio Mayor de San Ildefonso y Universidad de Alcalá de Henares fundado por el cardenal Cisneros en 1508 y en especial, el corporativismo profesional que nació en las Academias Complutenses de Jurisprudencia. Estas academias fueron la Primitiva y Real de San José (1726), la de Santa María o Nuestra Señora de Regla (1728), la Academia del Patio Principal, luego de los Santos Justo y Pastor y la del Patio de Continuos, luego de Santa María de Jesús (1774-1795), éstas dos últimas con sede en los patios del edificio del Mayor de San Ildefonso. Así en la Universidad de Alcalá de Henares se constituyó el primer grupo corporativo de letrados. estas Academias, fundadas reinando Felipe V, eran un complemento de las enseñanzas jurídicas de la Facultad de Leyes y Cánones, pues en ellas se practicaba el ejercicio profesional de la abogacía, se enseñaba a exponer y debatir en público, y se repasaban los ejercicios de grados, repeticiones y conclusiones, como un antecedente de las actuales escuelas de práctica jurídica.

El edificio que alberga el Ilustre Colegio de Abogados de Alcalá de Henares constituye por su historia todo un símbolo para la corporación de los letrados complutenses: el Colegio de Teólogos de la Madre de Dios fundado por Cisneros en 1513 perteneció al Colegio Mayor de San Ildefonso Universidad de Alcalá y tuvo idéntico recorrido histórico. En los patios de San Ildefonso nacieron las Academias de Jurisprudencia alcalaínas y suprimida la Universidad en 1836, el histórico edificio colegial de la Madre de Dios fue salvado de su destrucción por la acción de la Sociedad de Condueños de los Edificios que fueron Universidad en 1851, para cuya formación fue determinante la intervención de los abogados complutenses. La Universidad cisneriana, la Sociedad de Condueños y los Abogados convergen así históricamente sobre el mismo edificio en que el Licenciado Francisco Murcia de la Llana, dio el 1 de diciembre de 1604, vía libre a la impresión del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha.