- Los sucesos ocurridos en la Sierra Norte de Puebla en octubre de 1999

Descripción:
Por todo lo que pasó, que vi y viví, yo quisiera rogarle al poder superior que no nos vuelva a dar otra experiencia como la que sufrimos ese martes.
Ver el lodo que llevaba el río, la furia que llevaba el agua, ver cómo sopla el agua y que se lleva lo que encuentra delante, hace temblar de asombro, de miedo, de impotencia.
Lo que no sé es qué les voy a decir cuando regrese, ni modo que les diga que por un kilo de Minsa me mataron a mis hijos. Y es que allá en San Felipe, cuando salimos, los diecisiete de familia, estaban comiendo tacos de sal, dos o tres al día cada uno, ojalá y el gobierno los haya encontrado y ayudado.

La labor de rescate fue ardua, desde que cayeron las toneladas de tierra sobre las viviendas se hicieron cadenas humanas para poder rescatar a los atrapados; al inicio se pensó que podría haber vida entre los escombros, pero así sólo pudieron rescatarse algunas personas, paradójicamente a la mayoría tuvieron que desenterrarlos para volverlos a enterrar.
Fueron varios días en que el olor -literal- a muerte rondaba por Teziutlán. En La Aurora, murieron familias enteras, se fueron con ellas sus recuerdos y la prueba de su esfuerzo, no quedó nada.

Esa noche, cuando gritaban que la gasolinería había explotado, sólo pude llorar, me senté en el quicio de mi banqueta y le dije a Dios que pasara lo que él quisiera, ¿qué podíamos hacer?, ¿correr? ¿para dónde?, estábamos incomunicados, había muertos, no paraba de llover; en el cerro, lo nacimientos de agua que comúnmente son de veinte centímetros de ancho habían crecido hasta 17 metros, sólo Dios podía salvarnos y si él decía hasta aquí, pues, hasta aquí.

Cientos de casas no han sido habitadas nuevamente a pesar de haber quedado en pie. Muchas desaparecieron. Mucha gente murió, de otros más no sabemos absolutamente nada; dicen algunos que se encuentran a la ladera de ríos pedazos de cuerpo humano, pero sabemos que hoy podemos hablar de dos teziuüanes, el de antes de la tormenta y el de después. El de antes, un Teziutlán en el que emanaban las diferencias entre barrios o en el que el progreso nos había alejado, la acelerada vida nos había personalizado y nos había hecho olvidamos de que existen los otros, de que somos una comunidad, de que es mejor ver las cosas juntos que no tratar de comprender que somos una comunidad y que sin importar las diferencias políticas o ideológicas podemos coincidir en la comprensión y cuidado de nuestro entomo y, por supuesto, las autoridades deberán tomar mejor en cuenta la necesidad y la unidad de la gente.


INDICE:

A manera de presentacion, Rigoberto Benitez Trujillo......9

Primera Parte: Historia, tradiciones, costumbres y servivios......13

I. Perfil historico cultural......15
II. Medio fisico y geografico......23
III. Personajes ilustres......27
IV. Historia y leyendas teziutecas......43
V. Servicios......53
VI. Los pueblos hermanos de Teziutlan enclavados en el Noreste poblano......59

Segunda Parte. English Vertion of Teziutlan’s History for turists

I. Cultural historical profile......89
II. Average geographic physicist......97
III. Our people......101
IV. Teziuecas tales and legends......115
V. Services......125
VI. The towns brothers of Teziutlan nailed in the Northeast poblano......129

Tercera parte. Teziutlan y el desastre de fin de milenio

I. Desastre en Teziutlan......145
II. Cronologia de hechos......147
III. El inicio de las lluvias......155
IV. Declares ya a Teziutlan ‘zona de desastre’......159
V. Los politicos del desastre......161
VI. La rapiña......163
VII. Ejemplo de solidaridad: la sociedad poblana......167
VIII. Compromiso humano......169
IX. Alfredo – otra historia – murió en el rescate......173
X. El peregrinar de los serranos......175
XI. Una vision sobre el desastre......177
XII. Y los muertos sepultaron a los vivos......181
XIII. Sobre la ‘explosion’ del 6 de octubre ......185
XIV. ¿Por qué a mi?......189
XV. Informacion oficial......191

Epilogo......219

Bibliografia......249