Descripción:
A partir de mayo de 1808 se produjo en España una insólita y sorprendente conjunción de acontecimientos encadenados de singular trascendencia. Mairena habría sentenciado que en pocos años ocurrieron aquí muchas cosas importantes. La ocupación, el levantamiento generalizado contra los invasores, las operaciones militares que no encuentro razones convincentes para dejar de subsumirlas bajo la rúbrica consagrada de Guerra de la Independencia. Esa oleada de sucesos fatalmente engarzados desencadenó una dinámica arrolladora que, a su vez, condujo al estallido de un proceso revolucionario incontenible, jalonado por la reunión de las Cortes en septiembre de 1810 y por la aprobación de nuestra primera Constitución en marzo de 1812.
Tanto los hechos principales como los hitos más significativos son bien conocidos. No experimento la menor repugnancia intelectual al reconducirlos y encuadrarlos dentro de un marco conceptual delimitado por la tríada España-Guerra de la Independencia-Revolución liberal. No ignoro que para paladares más sensibles España es una entidad (?) de consistencia dudosa, problemática y precaria; en el mejor de los casos un armatoste desajustado al que para prevenir empachos patrióticos de mal gusto es preferible manosear lo menos posible. De la supuesta insurgencia nacional - ¡turba de facciosos!contra los franceses, altruistas paladines del progreso, entregados ellos, iay!, quizá para velar púdicamente su condición de adalides de los derechos de los ciudadanos, a la devastación, al pillaje sistemático y a las ejecuciones sumarias, mejor no hablar...Y, en fin, de la Revolución, en un país que no había acogido el Renacimiento, ni la Ilustración, ni nada de nada; en el que todo se malogró o quedó mutilado, desnaturalizado, incompleto,
Se comprende que para el escogido sector de sutiles historiadores a la última, que se balancean entre el rastreo de carencias, el recuento de frustraciones y el descubrimiento de invenciones, empecinarse en el empleo de las trilladas nociones castizas constituya una muestra de ranciedad, de recalcitrante tosquedad, de contumaz apego a paradigmas interpretativos superados; de insolencia, si se me apura, punto menos que delictiva con la que desde luego no cabe transigir. Resulta intolerable sobre todo porque trasciende del puro nominalismo y choca frontalmente con la intangible corrección política. Ya se sabe: empezamos por nombrar a las cosas de uno u otro modo y concluimos -perversa inocencia- por concebirlas de una u otra manera.
- DE INTRODUCCION
INDICE:
Prologo......9
Introduccion......13
Antecedentes: Salamanca a fines del Antiguo Regimen
Capitulo I. Organizacion municipal......21
Capitpulo II. Organizacion territorial......29
SALAMANCA DE 1808 A 1814
Capitulo I. El punto de partida absolutista......43
Continuidad y distorsiones de las Organizaciones Municipal y Territorial antes y despues de la primera ocupacion francesa (1808/agosto-noviembre de 1809)......43
Capitulo II. La introduccion de la organizacion josefina......63
Configuracion normativa......63
Aplicacion y vigencia en Salamanca......72
Capitulo III. El establecimiento del regimen local gaditano......111
Configuracion normativa......111
Aplicacion y vigencia en Salamanca......125
Capitulo IV. El retorno al absolutismo......267
El desmantelamiento de la organizacion constitucional gaditana......267
Tres meses de demolicion despues del regreso de Fernando VII (mayo-agosto de 1814)......270
La vuelta a la normalidad......274
Apendices......291
Apendice I. Reuniones celebradas por el Ayuntamiento de Salamanca......293
Apendice II. Reuniones celebradas por la Diputacion Provincial de Salamanca......331
Apendice III. Trayectoria politica de algunos de los mas significados protagonistas de la vida politica salmantina entre 1808 y 1814......337
Apendice IV. Relacion de algunas comunicaciones dirigidas por el jefe politico al Ayuntamiento de Salamanca, en las que se daba trasldo de disposiciones emanadas de instancias superiores......351
Anexo documental......355
Fuentes y bibliografia......377