Descripción:
Este libro es una introducción a la cultura política generada por el constitucionalismo en América Latina. A inicios del siglo xix, la crisis de la monarquía española requirió soluciones constitucionales; fue así que se instaló la idea de que el orden político debía regularse en un documento jurídico esencial que se llamó Constitución. Su primer cometido fue dotar a ese orden de una nueva legitimidad que consistió en vincular la soberanía a un sujeto social, la nación. A lo largo del siglo xix esa legitimidad se fue modulando en una versión conservadora que insistía en una idea limitada de los derechos y libertades. En frente estuvieron los denominados liberales que defendían ideas encaminadas a ampliar los márgenes de la representación política.

En el siglo xx, el pensamiento constitucional se ensanchó para incorporar derechos no sólo políticos y de propiedad; aparecieron entonces los derechos sociales y los que permitieron la incorporación de la mujer a la política, aunque en algunos momentos de esa centuria también se pensó en la posibilidad de prescindir totalmente de órdenes constitucionales, concentrando el poder político en formas dictatoriales de diverso tipo. El siglo xx se cierra con un vanguardismo constitucional que aún continúa dando frutos en América Latina. La construcción de sociedades democráticas en buena medida depende de cumplir deberes y gozar de derechos que fijan las Constituciones. Entender su génesis y desenvolvimiento es el objetivo central de este libro.